¡GRACIAS VENERADA VIRGEN DE COPACABANA!
¡GRACIAS SANTA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA!
¡GRACIAS REVERENDO PADRE SEBASTIÁN OBERMAIER!
¡GRACIAS GRAN ACTRIZ MARIANA LIQUITAYA ZENTENO!
¡GRACIAS GRAN ELENCO BOLIVIANO!
¡MUCHAS GRACIAS BOLIVIA!
¡GRACIAS HISPANOAMÉRICA!
Guapas Amigas Y Esforzados Y Graciosos Amigos:
¡Estoy emocionadísimo!. ¡Lágrimas tibias y saladitas casi ruedan por mis sonrosadas y tiernas mejillas!: ¡¡¡Es que soy un artista extraordinario!!!.
Por favor ignoren esa afirmación que dice que los hombres hechos y derechos (como yo) jamás lloran. ¡Carece de fundamentos!. Yo lloro cuando me despierto, lloro cuando me cepillo los dientes, lloro cuando tomo desayuno, lloro cuando salgo a la calle, lloro cuando abordo el transporte público, lloro cuando realizo la selección de actores, lloro cuando filmo, lloro cuando almuerzo, lloro cuando descarto algunas tomas, lloro cuando edito mis filmes, lloro más durante los estrenos, lloro mucho más cuando veo la gran asistencia de público, lloro cuando camino, lloro cuando ceno, lloro cuando me voy a dormir y lloro mientras sueño. Y luego repito todo el ciclo de lloriqueo.
¡He llorado tanto durante toda mi vida!.
Antes mi estatura sobrepasaba los tres metros y era más alto que Goliat. Ahora, de tanto llorar y estar humedecido y salado me he encogido un poco y tengo la estatura por la cual ustedes me conocen, pero no siempre ha sido así. Por esto es que sorprendo tanto a quienes tienen el placer de contactarse conmigo por primera vez: dicen que poseo el carácter y la voluntad de tres personas muy decididas. ¡Es que antes yo medía más de tres metros!. Ahora ya saben por qué contrastan mi carácter y mi estatura.
Pasando a otro tema igualmente importante, comparto con ustedes una información que les ruego manejen con la más estricta reserva y únicamente compartan con toda su lista de contactos y con todos sus conocidos y desconocidos, pacientes e impacientes, amigos y mucho más amigos:
¡EL AFICHE DE LA PELÍCULA "VIRGEN DE COPACABANA: SU ORIGEN Y SUS MILAGROS" YA SE ENCUENTRA A LA VISTA DEL PÚBLICO!
Me ruborizo de modestia pues mi nombre aparece en tal afiche que da testimonio de mi compromiso como cineasta católico que contribuye a la difusión de la veneración de la Virgen de Copacabana. ¡Ahora que la necesitamos más que nunca para que nos auxilie en nuestra vida cotidiana!.
Solamente tengo palabras de agradecimiento para la Santa Madre Iglesia. Cada día agradezco a Dios haber nacido en un hogar católico. Los períodos de mi vida en los que he sufrido más son aquellos en los que me he alejado de las enseñanzas de la Iglesia. Pero cuando he realizado un esfuerzo por retornar al redil, independientemente de lo que acontecía a mi alrededor he encontrado la fuerza en el Señor para superar toda clase de obstáculos morales y materiales.
¡Gracias Señor por permitirme la gracia de ser católico!.
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¡Así es!.
Mis amadas lectoras y apreciados lectores: me despido por el momento. Los tengo en mi corazón y les recomiendo rezar cada día y frecuentar los sacramentos.
Quedo de ustedes como vuestro atento y seguro servidor
LEÓNIDAS ZEGARRA UCEDA
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