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El Espectáculo de la Cultura
Por LUIS E. LAMA
Discrepo de aquellos que reniegan de "La noche en blanco" por hacer de la cultura un espectáculo. No creo que exista otra forma de atraer a un público no iniciado que la promesa de un divertimento callejero. Estoy convencido que la mejor manera de alejarse de ese sector masivo es recurrir a la pompa y a la solemnidad.
De otro lado, la palabra espectáculo por lo general se usa para una función de circo, teatro, música, etc., y no veo ninguna objeción de que también se aplique a las artes visuales si es que se quiere entrenar visualmente a personas que usualmente no están interesadas en este tipo de manifestaciones culturales.
No soy de los que creen que espectáculo es sinónimo de frivolidad, ni que a partir de éste se banalice a la cultura, como pudiera sostener Vargas Llosa a pesar de coincidir con su "angustia al ver que que lo que entendía por cultura en los años 50, 60 ó 70 se ha ido transformado y convirtiéndoe en algo esencialmente distinto". Pero es muy difícil no darle la razón al filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, ("La era del vacío", "La sociedad de la decepción") quien sostiene que hoy no se espera que "la cultura cambie el mundo" y en este sentido "ha ganado la civilización del espectáculo" de la que habla Vargas LLosa. (Ver despacho de EDE del 25/04/2012)...
Precisamente, el espactáculo de Huanchaco, al que considero lo más destacado de LNEB, era la propuesta más provocativa por su ambigüedad y su ruptura. Muchos se escandalizaron de que Susy Díaz se haya convertido en musa de las artes peruanas, cuando hace más de veinte años Jeff Koons elevarara a los altares de la Bienal de Venecia 1990 a la Cicciolina, su esposa de la época, en la serie "Made in Heaven", donde el sexo explícito - impensable en cualquier evento limeño - ratificaba la gran experiencia pornográfica de la ex-diputada italiana.
Huanchaco fue más subversivo que Koons, pues realizó una gran procesión - ¿pasacalle? - en homenaje al menospreciado cineasta Leonidas Zegarra, autor de películas como "Una chica buena de la mala vida", "Vedettes al desnudo" y "Poseída por el diablo", ninguna de las cuales me he atrevido a ver". Una multitud los siguió, junto a la diva boliviana Mariana Liquitaya y Andy V., el Sr. Díaz, en una acción urbana que se podría calificar de espectacular. Como ere previsiboe hubo rechazo de sectores poco familiarizados con estos quehaceres, pero estoy convencido que era precisamente lo que Huanchaco buscaba. Y lo logró.
Ciertamente "La noche en blanco" pudo ser mejor, como cualquier otra actividad en cualquier país del mundo. Pero soy testigo de que cada uno de sus organizadores dio de sí lo máximo posible y el resultado es encomiable, sin hacer concesiones de ninguna especie. Unos se indignaron, otros se divirtieron y fue una juerga para la mayoría, que de eso iba LNEB. Tarea cumplida.
LA SEMANA DEL ARTE
Es también un evento multitudinario, pero a diferente escala que LNEB. Su propuesta está orientada a un público iniciado y difícilmente podría calificarse de espectáculo, aunque igualmente convoca a un gran número de personas que visita galerías motivado por la organización.
Gastón Delau, promotor de esta actividad, viene haciendo entre nosotros una fructífera labor, produciendo eventos meritorios. Esta edición ha sido la más planificada, y varias galerías inauguraron el mismo día brindando una simultaneidad de oferta que terminó dispersando al público entre ellas, permitiendo una saludable libertad de elección.
Como se ha vuelto tradición, este año una destacada artista argentina exhibe en el Museo de Osma, formidable para recepciones pero, por razones indescifrables, de poco atractivo para los visitantes a la zona contemporánea. Nunca he coincidido con otros espectadores.
Graciela Sacco presenta allí una muestra ingeniosa, integrada por un conjunto de instalaciones con materiales inéditos en nuestras artes visuales: cucharas con bodas impresas, que cuelgan multiplicándose por efecto de la luz, elemento fundamental de toda propuesta. Igual ocurre con cuchillos grabado con ojos que se proyectan en la pared, planchas de acrílico impresas en fragmentos, el cuarto con espejos paralelos que multiplican el espacio al infinito, y los ojos que nos miran a través de cartones que cubren los televisores. Un repertorio de recursos utilizados desde medio siglo atrás a los que ella otorga un nuevo contenido. Lo mejor es la puerta corrediza que rememora a Magritte. Movida semana. #"
Texto bajo la fotografía: "Curador Bendayán. Muestra Música en forma sigue hasta el 31 de mayo en el CC Ccori Wasi",
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